El Ciudadano Inválido Y Otras Historias
Foraine Amukoyo Gift
El Ciudadano Reportero: otra historia conmovedora y motivada políticamente. En nuestra codicia, expansión y deseo por innovación, muchas veces pasamos por alto las consecuencias en nuestro ambiente. Es más fácil olvidar la gravedad de esto cuando vives en un área urbana que ha sido desarrollada por siglos. Una mujer estaba en labor de parto. Algunas personas en la calle podían escuchar sus gritos. Aquellos que podían entender el dolor que ella estaba sintiendo tomaron un momento para hacer una oración por la parturienta mientras otros evitaban miradas en el hospital. Después de horas de dolorosa labor, las enfermeras y el doctor le entregaron a la mujer un bebé. Era bastante grande. La mujer tenía la vagina destrozada, había sangrado demasiado. Se desmayó varias veces y el doctor la había reanimado. Estaba perdiendo mucha sangre. Ella creía en que la transfusión de sangre no era cosa de Dios. Su esposo rezó por la intervención de Dios. ”Sr. Jason, debe aceptar la transfusión para poder salvar a su pareja. No quiere que su primer hijo y recién nacido esté sin su madre” dijo el Dr. Greg. El Sr. Jason lo sopesó unos minutos. ”No, no quiero perder a mi esposa. No podría soportarlo. Por favor, haga la trasnfusión” le contestó. El Sr. Jason era firme. ”Jason ¿por qué tienes tan poca fe? No quiero una transfusión” PUBLISHER: TEKTIME
Gift Foraine Amukoyo
El Ciudadano Inválido y Otras Historias
El Ciudadano Inválido y Otras Historias
Historias Cortas
Gift Foraine Amukoyo
Translator
Arianna Munoz
Publicadopor
TEKTIME
© Gift Foraine Amukoyo
Primera Edición: 2018
Todos los derechos reservados
Primera impresión: diciembre 2018
Para mi abuela,
Esther WillieAwerije
Uno
Mira Ganó
Garabateé mi firma en la primera página del documento e hice una pausa. El bolígrafo se cayó de mis manos sudorosas. No era fácil para mí ponerle fin a la vida de alguien.
Mira me miró fijamente. Sus ojos miraban al vacío.
̶ Si de verdad me quieres, simplemente firma. Eres la única familia que tengo que pueda permitir al Hospital terminar este sufrimiento – dijo.
̶ ¿Cómo podría? No quiero perder a mi única familia. Eres todo lo que tengo en el mundo.
̶ No puedo quedarme así. Te estoy molestando.
̶ Quédate conmigo. No me importa. Quédate todo lo que quieras. No quiero ser tu asesino. No seré parte de esto.
̶ No es asesinato. Es suicidio. Me estoy suicidando. Hazlo, Tejiri.
̶ No te dejaré hacer esto. Mira quédate conmigo – agarré sus dedos pálidos.
̶ Tejiri, no tienes opción. Todos morirán un día. Es simplemente que yo moriré hoy.
̶ No Mira, si tengo una alternativa.
̶ Deberías escoger sabiamente. Hazlo y regresa a tu vida. Te estoy matando con mi enfermedad. Tejiri, mírate. Estás perdiendo peso. Me veo más gorda que tú.
Me reí.
̶ Ya quisieras. Ya quisieras Mira – agarré su mano –. Sí, te ves más sana que yo, por eso deberías venir a casa y cuidar de mí. Extraño todas tus sopas y bocadillos. Quisiera que sucediera un milagro.
̶ Me hubiese deshecho de esta enfermedad hace mucho si existiese una cura. Los ayunos infructuosos, vigilias y rezos en la montaña son muestras de que soy la que no tiene suerte de curarse. El milagro no existe. Si existiese, entonces son manos sanadoras que me han abandonado. Ah, las maravillas del cielo y la tierra, necesito una segunda oportunidad saludable para respirar sin miedo, podría ser mi última. El pensamiento de abandonarte es lo único que me asusta– Mira volteó su rostro para esconder las lágrimas que corrían por sus mejillas.
̶ Mira, tengo tanto miedo de estar sin ti. Estaré tan solo – sollocé.
Mira secó sus lágrimas, volteó para mirarme e inhaló.
̶ Deja de llorar como un niño pequeño. Ya eres un adulto. Esas bolas de adulto y vellos no son solo adorno. Tejiri, no seas descuidado. Renunciaste a tu trabajo para cuidar de mí. Le pedí a tu jefe que negara tu carta de renuncia. Le hizo un favor a una moribunda y te dio permiso para faltar por una semana. Tienes cinco días más. Tejiri, firma estos papeles y vuelve a tu vida.
Mira tosió sangre durante diez minutos. Era doloroso verla. Vi la pena en sus ojos y algo se mezcló con una súplica urgente. Levanté mi bolígrafo y escribí mi firma final. Una enfermera altanera se llevó el documento. Su sonrisa y andar eran triunfantes. La cercanía del resultado de mi acción distorsionó mi mente.
El doctor y dos enfermeras volvieron con la inyección letal.
̶ Esto será rápido. Es indoloro – dijo el doctor.
No podía presenciar la muerte de Mira. Me fui de la habitación preguntándome si mi decisión final era la correcta. Había sido insoportable verla sufrir día y noche. El dolor de barriga de Mira, su constante náusea y vómitos han dejado un retortijón en mi corazón. El cáncer hizo huecos en sus intestinos. Mira estaba siendo alimentada por tubos; excretaba en la cama. A veces, cuando los desperdicios se devolvían a sus intestinos, las heces pasaban por su boca, nariz y ano al mismo tiempo.
La enfermedad de Mira irritaba a algunas de las enfermeras. Eran reacias a atender su habitación. Una vez, escuché a una enfermera diciendo que yo había perdido la razón.
̶ Él está magnífico con su enfermedad. ¿Cómo una persona puede respirar cómodamente con este cadáver fétido?
Mira había sido mi ángel guardián. Fue el escudo que me protegió cuando perdí a mis padres. Tenía quince años. Murieron mientras protestaban por salarios no pagados y atrasados. De acuerdo con el reporte policial, los mataron las balas perdidas. Eran el pilar de la protesta por solidaridad en Lagos. Había escuchado a Mira decir a un colega que mis padres eran víctimas de una conspiración.
Mis padres murieron como practicantes de medicina pobres. Su juramento profesional y personal era salvar vidas. Pagaban las facturas de extraños en el hospital. Después del entierro, ninguno de sus familiares quería ser mi guardián. Se enteraron que el hospital privado de mis padres estaba en quiebra. Mira me adoptó, era una matrona en su hospital.
Estaba agotado. Cerré mis ojos. Mi cabeza dolía. Latía al escuchar la confirmación de la muerte de Mira. No escuché ningún paso caminando hacia mí hasta que sentí una mano tocarme.
̶ Tejiri, ganamos. El juez te ha dado permiso de llevarte a Mira a casa hasta que muera – dijo Kome.
Esta noticia de Kome, mi abogado, me dio felicidad. Lloré y lo abracé con fuerza. Corrí a la sala de Mira. Grité al doctor para que detuviera el procedimiento.
Estaba jadeando cuando llegué a la habitación.
̶ Deténgase doctor, su hospital perdió. Usted y su administración han perdido. He ganado el caso de llevarme a mi Mira a casa. Ella vendrá a casa conmigo.
Mi abogado dio un paso adelante con la orden.
̶ Por favor, deje ir a la paciente con mi cliente. A partir de ahora, él es su cuidador.
Mi sonrisa era radiante al escuchar esa afirmación.
̶ Si, deme a mi Mira. Sé que seguramente todos ustedes le han dicho cosas horribles para hacer que se odie a sí misma y busque la muerte como un socorro. – toqué la mejilla de Mira. Sonrió débilmente.
̶ Eres un tonto Tejiri, esta es una movida tonta. El hedor será espantoso en tu hogar. Después de que me vaya, el apartamento apestará por un largo tiempo.
̶ Si, Mira, eso es lo que quiero. Quiero que tu fragancia perdure por siempre – los rostros de las enfermeras se endurecieron mientras limpiaban a Mira – Miren, enfermeras, sé que ninguna de ustedes quieren hacer esto. Desháganse de esas caras largas, háganlo con una sonrisa. Esta será la última salida de Mira de su hospital. Me llevaré a mi Mira a una isla. Seremos Mira y yo en el paraíso.
̶ No puedo esperar a ver el paraíso – dijo Mira.
̶ Solo es una pequeña y hermosa casa en una isla en Epe. Ah, Mira, la amarás.
* * * * * *
Estábamos en el balcón. El sol de la mañana caía sobre nosotros. El sol era como un bálsamo que sana. Estaba muy frío anoche, el leve calor apacigua mi piel. Mira se sentía en casa. Estaba en una camilla. Le puse algunas almohadas para apoyar su espalda y brazos.
̶ Tejiri, eres el mejor cuidador. Prometo no molestarte.
Se veía frágil. La mayor parte de su peso se había desvanecido. Sus ojos eran del color de un rio verde, apagados y tristes. No podía ver la felicidad que su rostro solía irradiar. Abrí una barra de chocolate y le di un mordisco.
̶ Tejiri, dame un poco, por favor.
̶ Mira, eres diabética. Esto tiene azúcar.
̶ Tejiri, Tejiri, ¿un cadáver puede morir? – se burló.
̶ No puede ser. Lo lamento. Ten esto Mira y el resto está en la nevera.
Abrí más el empaque de chocolate y se lo di a Mira. Comió el suave chocolate con placer. Sonrió. Saboreó el bocado y le dio otro mordisco.
̶ Mira, es tiempo de tu baño.
̶ Tejiri, déjame tranquila. Amo este lugar – Mira se acurrucó más en la suave cama.
̶ Sabía que te encantaría. Siempre dije que iba a construir una isla personal para ti. Lamento que haya llegado tan tarde.
Mira suspiró con fuerza.
̶ Tejiri has hecho suficiente. Estoy muy orgullosa de ti. Ahora eres un exitoso Ingeniero Petrolero. Salud por más abundancia – me dio un trozo pequeño de chocolate.
Lo tomé y comí. Volteé a observar la vista pacífica de la isla. Un torrente de viento fresco golpeó mi rostro.
̶ Esta riqueza no significa nada sin ti para disfrutarla.
̶ Ve por esos chocolates. Quiero comerme cada barra que tengas en esa nevera
̶ Está bien Mira, buscaré los chocolates.
̶ Te quiero, Tejiri.
̶ Mira, sabes que te quiero muchísimo – le di un beso rápido en la frente.
Mi vejiga estaba llena. Fui al baño. Mientras orinaba, una brisa fría acarició mis piernas. Temblé por el escalofrío repentino. Me pregunté de dónde venía porque la temperatura del lavabo era tibia. Miré a la puerta cerrada y a la ventana. Sacudí mi cabeza, bajé el agua del retrete y lavé mis manos.
Me tomé mi tiempo para desenvolver todos los chocolates en una bandeja y la cubrí con un paño. En mi camino al balcón, pateé mi pie y aullé. Herí mi dedo gordo. Ignoré el dolor y me apuré a la terraza.
Mira estaba relajada en una posición agradable. Había puesto una almohada bajo sus pies. El chocolate embadurnado en sus labios. Sonreí y puse la bandeja en una mesa. Me arrodillé frente a ella.
̶ Mira, hay muchos chocolates. ¡Tendrás un festín!
Mira estaba en silencio y no se movía. Tomé su mano. Su cuerpo se había puesto frío. Sus ojos habían quedado abiertos. Cerré sus párpados y sorbí por la nariz. Mira no esperó para despedirse de mí. Por mis mejillas corrieron lágrimas.
Dos
El Título Transicional
Jessanació en Jagua. Cuando el hombre más Viejo murió, él buscó cómo ascender a la posición. Recibió noticias impactantes del consejo de coronación sobre que no era originario de Jagua. Por lo tanto, no podían coronarlo como el Okpako (hombre más viejo de la aldea). Sus ancestros habían sido extranjeros. Jagua era hospitalario y se habían establecido en la comunidad.
El primogénito de Jessa, Jaja, estaba muy enfadado. Juró demandar a la comunidad ante un tribunal. Quería probar que estaban equivocados y que su clan de la cuarta generación no eran forasteros.
Jaja argumentó que cuando un individuo ha estado durante varias décadas en un territorio, naturalmente se vuelve habitante del estado. Los migrantes eran aceptados y respetados como ciudadanos comunes. Tenían ventajas iguales a pesar de que no había documentación legal de su ciudadanía en el pasado. Jessa persuadió a su hijo de ir a la corte.
Sin embargo, Jaja era persistente y presentó el caso. Le dijo a su padre que una denuncia pública de su clan era deplorable.
̶ Mañana iré por el pueblo haciendo preguntas – dijo Jaja –. Voy a encontrar nuestras raíces.
Al día siguiente, Jessa fue por una caminata nocturna. Jaja estaba esperando en la sala de estar cuando volvió. Jaja se levantó y guio a Jessa para sentarlo. Puso el bastón de su padre contra la pared.
̶ ¿Dónde has estado? – preguntó Jaja – Te ves exhausto. Te traeré un vaso de agua.
Jessa se tomó el agua y la terminó lentamente. Jaja tomó la taza y la puso en la mesa.
̶ Gracias, hijo mío. ¿Qué descubriste? Estuviste fuera durante mucho tiempo– dijo Jessa y sacó su snuffbox[1 - Snuffbox se refiere a una cajita llena de tabaco para inhalar por la nariz.]. Puso un poco del polvo en sus orificios nasales. Aspiró y pellizcó su nariz.
̶ Padre, rastreé nuestro linaje a Ebito. Es cuatro pueblos más allá de Jagua. Ahí fue dónde tu bisabuelo migró. La gente me dio una cálida bienvenida. Padre, reconocieron la marca de nacimiento en mi mejilla. Dijeron que tu bisabuelo tenía la misma marca – Jessa asintió con emoción –. Iré y construiré una casa, un nuevo hogar para nosotros – dijo Jaja.
Jessa no estaba feliz con las noticias. No quería dejar Jagua. Esta tierra ha sido su legado.
̶ ¿Por qué construir una casa tan pronto? – preguntó Jessa preocupado. Agarró la taza y la puso entre sus piernas.
Jaja vio que su padre estaba infeliz.
̶ Padre, ¿por qué estás triste? Deberías estar feliz. Hemos descubierto nuestra verdadera identidad. Al dejar Jagua sé que perderemos muchas cosas, algunas posesiones y recuerdos preciados. Me encantaría quedarme, pero la comunidad ha ridiculizado el honor de nuestra familia. No te preocupes, padre. Nunca es muy tarde para empezar de nuevo. El peor daño debió ser que no pudimos rastrear nuestra ciudad natal. Lo bueno es que los hermanosguardaron una porción de tierra para nosotros en Ebito. Me iré a Ebito esta noche. Tenemos mucho trabajo que hacer. Llamé a mis hermanos en mi camino de vuelta de Ebito. Han enviado dinero para los materiales de construcción – Jaja se arrodilló frente a su padre y tocó sus pies. Jessa acarició su hombro. Jaja llevó la taza a la cocina y fue a su habitación. Jessa se veía serio.
* * * * * *
En la mañana, Jessa salió a caminar por el pueblo en un silencio taciturno. Fue a la orilla del rio, donde había pasado la mayor parte de su tiempo nadando de chiquillo y pescando de adulto. El rio estaba bien para él. Fue en su hermosa arena blanca que encontró un enorme diamante.
Jessa no lo deseaba para sí mismo, todo el pueblo se benefició una vez que vendió el diamante. Envió a sus hijos y otros niños de la población a una escuela en la ciudad. A sus hijos les iba bien en sus carreras. Cuatro de sus hijos vivían en Europa, solo Jaja vivía en Jang, una ciudad después de Jagua.
Jakpo, el amigo íntimo de Jessa se le acercó.
̶ Vi a Jaja esta mañana. Me contó todo. Jessa, ¿por qué te quieres ir? La gente de Jagua no te ha pedido que te vayas. ¿Estás tan triste de que no puedes ser el Okpako? Jagua no te puede conceder el título. No eres un verdadero ciudadano de Jagua, por lo que no puedes ser el miembro más anciano de la comunidad. Este título es como la realeza. Jagua no le puede dar este título a un extranjero.
̶ No, Jakpo, te equivocas. Este título es honorario a un hombre que ha visto muchos años en la tierra y en un territorio. Este título no es un legado dentro de un hogar real. Es un título transicional para el hombre común. Cualquier individuo digno se lo puede ganar. ¿Tienes idea de cuántas décadas he estado en Jagua? Nací aquí. Tengo ochenta y ocho años de edad. Es un privilegio cuando los dioses bendicen el cabello negro de un hombre para convertirse en gris. No puedes derretir diamantes en oro. Me he ganado este honor. El consejo de coronación piensa que me han arrebatado mi júbilo, pero están equivocados. No importa si la comunidad me otorga el título o no, por naturaleza me he ganado este derecho.
Hubo silencio por un tiempo.
Jakpo se aclaró la garganta y masticó su brushingstick[2 - el brushingstick es un palito típico de las regiones africanas que se usan para la higiene de los dientes.], escupió unas partículas y mordió el palito de nuevo.
̶ Soy el siguiente en la línea. La gente de Jagua me coronará Okpako.
̶ Sí, felicidad mi buen amigo y que las bendiciones de tus antepasados habiten en ti. Nunca arrastramos peces en el rio; siempre hubo suficientes peces en el rio para que todos los pescaderos pudiesen agarrar. No vamos a pelear por un título. Te deseo lo mejor amigo mío.
̶ Jessa, no deberías irte, eres gran parte de este reino. Tus ancestros viven aquí.
̶ Mis ancestros también habitan Edito. Usaré mis últimos días en la tierra para ofrecer liberación a mis ancestros. No los he conocido, déjame ir a adorarlos en Ebito, Jakpo; debo ir. Déjame volver a mis raíces. Rezo por tener una bienvenida agradable. Estoy seguro de que mi propia gente no va a ponerme en una balanza despectiva. ¿Quién sabe amigo mío? Los dioses me han dado una oportunidad de reconciliarme con mis raíces. La descendencia de mis hijos no será una generación perdida. No se enfrentarán al rechazo de la familia. Solo me pregunto quién reveló este conocimiento después de tantas décadas. Nunca supe que no era de Jagua. ¿Quién conoce mi historia mejor que yo? – Jakpo desvió la mirada – Jakpo, ¿tienes idea de quién reveló que yo no soy originalmente de Jagua? – Jakpo se rio con nerviosismo.
̶ No, amigo mío, no tengo idea de quien será esa persona – respondió rápidamente –. Espero que cambies de parecer sobre irte. Jessa, tu decisión es ondulada como este rio. Sé que quieres quedarte en Jagua.
̶ Mi corazón siempre estará con este río, esta agua ha vivido en mis venas, déjame probar las aguas de mi origen. Si fuera por mí, envejecería y moriría en Jagua. Mis hijos quieren que nos vayamos de Jagua, por siempre. Debo obedecer las peticiones de mis hijos. Un hombre no tiene miedo de caminar desnudo por su propia casa. Solo un invitado debe ser cuidadoso alrededor de la casa. Tengo una línea de invitados en Jagua. Permíteme llevarlos de vuelta a casa. Mis hijos se sentirán como completos extraños una vez que me vaya. ¿Qué sentido tiene prolongar mi lugar en Jagua cuando la gente nos ha mostrado que nuestro lugar no es este? El legado del que me enorgullezco no es la identidad de mis hijos. Déjame llevarlos a casa para que puedan mostrar sus insignias con orgullo.
Jakpo vio más allá del rio con un sentimiento de nostalgia.
̶ ¿Recuerdas cuando perseguimos un conejo hasta su madriguera? – dijo.
̶ Sellamos el hueco. Fuimos a buscar madera en el bosque para preparar la carne de caza y no encontramos nuestro camino de vuelta – respondió Jessa.
̶ Nos consideramos carne de caza cuando ese lobo nos atacó – dijo Jakpo y se rio.
̶ Tenemos suerte de que el cazador lo matara antes de que nos destrozara – comentó Jessa y resopló.
Los dos hombres viejos se rieron. Hicieron memoria de cuando corrían por la comunidad cuando eran niños pequeños. Sus sonrisas se esfumaron cuando la realidad los alcanzó.
̶ Los días son grises y duros – afirmó Jakpo –. Te voy a extrañar viejo amigo. Estaré muy solo cuando te vayas. Estos jóvenes no tienen tiempo para viejos amargados. ¿Quién me hará compañía?
̶ ¿Quién vendrá a visitarme y cuidar de mísí me quedo? Perderé a Jaja y a mis otros hijos si no voy a Ebito. Ya han tomado la decisión. Quieren dejar Jagua por siempre – Jessa se agachó cuidadosamente y escogió un guijarro, lo apretó y sintió la frialdad de la piedra.
Jakpo asintió.
̶ Tienes a un gran hijo en ese joven hombre, Jaja. Quisiera que alguno de los míos volviesen a casa. Décadas de memorias se ahogarán con tu partida. Adiós mi amigo, nos veremos en el otro lado.
̶ Te extrañaré. No puedo expresarte cuánto, no puedes ver tan bien. Mis ojos están muy secos para llorar – Jessa respingó. Le deseó lo mejor a Jakpo y lo dejó junto al rio.
̶ Deseo que cambies de parecer y te quedes amigo mío. No sabía que la situación se volvería tan desagradable. Solo quería lo que era mío por derecho – dijo Jakpo cansinamente ante la figura que se desvanecía de Jessa.
Jessa caminó de vuelta a su casa. Algunos de los niños se le acercaron para jugar y repartió dinero entre ellos.
* * * * * *
Antes de la luz de la mañana, Jessa y Jaja estaban listos para irse a Ebito. Jessa miró en dirección al arroyo con anhelo. Se imaginó a sí mismo y a Jakpo caminando hacia allá con sus instrumentos de pesca.
̶ No es fácil separarse de esos recuerdos – Jessa se veía triste.
̶ Ven padre, ya has dado suficientes despedidas. Debimos habernos ido antes de que el sol se pusiera, la carretera no es amigable en hora punta.
̶ Sí, algunos caminos no reconocen ruedas viejas que siempre han viajado sobre ellos. No tiene tratamiento preferencial. Vámonos. Ya no somos bienvenidos.
Dos semanas más tarde, los ancianos del pueblo tuvieron una reunión y concluyeron en usar la casa de Jessa como su nueva sede de reuniones. Jessa les había legado la casa a ellos. El día de la Coronación del Okpako, llegaron excavadoras.
La voz del operador del vehículo tronó por un altavoz.
̶ Todos en este edificio deberían salir en los próximos treinta minutos, vamos a derribar la casa. En veintinueve nos movemos – comenzó a contar –. Uno, dos, tres, cuatro… – en la décimo novena cuenta, el edificio estaba vacío. La excavadora destruyó la casa por instrucciones de Jaja.
̶ La gente observó con tristeza mientras algunos hombres se acercaban con mazos a destruir bloques. Ninguna estructura o bloque permaneció parado. Un tráiler llenó el cemento machacado y se fueron.
̶ Este es un evento desafortunado. ¿Cómo podemos tener la ceremonia de coronación en esta ruina? Debemos buscar por una nueva sede o fijar una fecha para la coronación – dijo un joven hombre.
̶ Pero, ¿dónde está Jakpo? – preguntó el Jefe de la Comunidad desesperadamente.
̶ No ha aparecido para la ceremonia. ¿Ha escuchado las noticias? Este desafortunado incidente lo va a devastar. Su ceremonia se ha arruinado, no podrá ser hoy – dijo un anciano.
̶ Jakpo debió escuchar las noticias. Sabe todo. ¿No fue él quien descubrió que Jessa no era un verdadero ciudadano de Jagua? Sabe todo. Después de esta junta, iremos a su casa. Le haremos una visita – dijo el Jefe de la Comunidad.
No encontraron a Jakpo en su casa. Sabían que Jakpo era apegado con el rio y pensaron que podía estar ahí. Saliendo de su complejo encontraron al niño que cuida de él. El niño les dijo que Jakpo no había estado en casa desde el amanecer.
̶ Es un comportamiento extraño. Déjanos ver si está en el arroyo – dijo el Jefe de la Comunidad.
Fueron al río y lo vieron. El cuerpo de Jakpo estaba flotando hacia la orilla. Corrieron hacia el agua y arrastraron el cuerpo fuera. Estaba muerto. Vieron su par de zapatos, lentes de lectura y un libro bajo su árbol favorito. Jessa y Jakpo habían tallado algunos y habían hecho bancos de raíces junto al rio. Su pila de pertenencias yacían en uno. El niño pequeño cayó y lloró.
̶ Supongo que cometió suicidio. Ah, el reino oscuro ha puesto ojos malvados en Jagua. Hoy es un día muy oscuro en nuestra historia. ¿Quién nos despertará de este augurio? – lamentó una mujer.
̶ Mire esto, jefe – el niño limpió sus lágrimas con su brazo y le entregó una nota al Jefe de la Comunidad.
̶ ¿Dónde conseguiste esta nota? – preguntó deslumbrado el Jefe de la Comunidad.
̶ Jefe, ¿qué dice la carta? – preguntó la mujer. El Jefe leyó la carta en voz alta.
̶ “No puedo vivir conmigo mismo después de traicionar a mi mejor amigo, Jessa. Lo lamento mucho queridísimo amigo. Mi bisabuelo me había contado tu historia. Le dije al consejo de coronación por mi autocomplacencia de ser Okpako. Era un pecado estar celoso de tu estatus. Por favor, perdóname. Nadie debería llorar por mí. Ya lloré por mí. Jakpo.”
Como cometió suicidio, la comunidad no tuvo una ceremonia de entierro para Jakpo. Los hijos de Jakpo lo llevaron al bosque malvado. Desecharon su cuerpo para que la bestia salvaje lo enterrara en sus estómagos.
Tres
Yo Enterraré a mi Padre
El ayuntamiento del pueblo estaba lleno de gente tensa. Todos parecían estar a punto de matarse con armas imaginarias. Un joven musculoso se acercó rápidamente a Ovie. Ovie se preparó para atrapar su puño y tuvo éxito volteándolo hasta que un anciano separó su duelo. El joven iracundo gruñó y se sentó en el suelo con un brazo colgante.
Ovie sonrió.
̶ Mira a los debiluchos que quieren discutir mi decisión. Estrangularé a cualquiera que me desafíe.
Un anciano dio un paso al frente. Miró directamente a Ovie y sacudió la cabeza. Miró hacia abajo por un momento, estampó su bastón y lo miró de nuevo.
̶ Ovie, deberías saber que el menos brillante de nuestros jóvenes solo ha actuado rápidamente para rechazar tu tonta decisión. Te lo advierto, vendrán más por ti. Un ejército defenderá el derecho de tu padre.
̶ Quiero verlos a todos intentarlo. Enterraré a mi padre en Apele. Estará residenciado en su mansión y nadie puede detenerme – en respuesta a la ferviente declaración, Ovie golpeó su pecho el cual vibraba como si le temblara.
̶ Ya veremos. Nos prepararemos para el rito de entierro de nuestro pariente. Observar cómo la lámpara encuentra su camino fuera de la jungla hacia el rebaño de su pastor – dijo el anciano. Agarró una tiza blanca del bolsillo de su pecho y dibujó un círculo. Miró hacia el techo e hizo un conjuro con palabras inaudibles. Su sirviente masculino trajo a un gallo que se veía enfermo y blanco. El anciano desató las patas de la gallina y conjuró salmos alrededor de su cuerpo. El gallo bailó dentro del círculo y voló fuera.
Los aldeanos dejaron el ayuntamiento y Ovie quedó decidido de enterrar a su padre en la ciudad. Era costumbre para hijos e hijas yacer en descanso final en Godere. Sin embargo, estos hijos de ciudad discutían que desde que no todos los niños nacían en el pueblo, no era obligatorio que siguieran las reglas de los aldeanos.
Ovie se dirigió a su tío, Mamus.
̶ Por favor, dime cómo nuestros distinguidos invitados van a soportar el pueblo. No hay hoteles, ni una sola casa de huéspedes para darles el mínimo de confort. Esos ridículos bichos invisibles casi me picaron a morir la primera vez que vine para fijar una fecha para el entierro de mi padre. Voy a darle a mi padre un entierro de alta sociedad. Será una ceremonia con gran estilo. Tío, ¿qué piensas?
̶ Ovie, ¿buscas mi consejo honesto? – Ovie desvió la vista – Lo supuse y ya sabes mi posición sobre el tema. Si hubieses sido responsable, hubieses construido un edificio que hubiese acomodado a tus amigos de la alta sociedad. ¿Sabes por qué los jóvenes están haciendo esto?
̶ Puedes decirme, no es como que vaya a tener mucho sentido.
Mamus sacudió su cabeza.
̶ Te diré. Muchos hijos e hijas trabajadores de Godere tienden a construir mansiones en la ciudad y no ponen los cimientos de una casa en Godere. Los jóvenes llevan esta costumbre para convencer a la gente de construir casas en sus aldeas y construir propiedades de negocios que permitirán al pueblo desarrollarse como ciudad. Tu padre deseó por un pedazo de tierra para ser enterrado en la casa de su padre y como él quería, vamos a cumplir su deseo. Era su voluntad. Supongo que el confort no es la única razón para estos terribles espectáculos que estás haciendo. Hablas como un rey y actúas como un guardia de palacio ordinario, de lo contrario, ¡puedes posponer el entierro de tu padre hasta que construyas un gran hotel o motel! – Ovie miró a su tío con desdén y salió furioso del ayuntamiento.
* * * * * *
El día del entierro, los jóvenes de Godere contrataron a un camión a Apele. Ovie había traído a la policía para cuidar el cadáver en la morgue. Los jóvenes iracundos encantaron a los oficiales de policía y recolectaron sus armas. Los hombres de la fuerza estaban estáticos mientras los jóvenes entraban a la morgue y se llevaban el ataúd.
Pusieron el ataúd en un carro y liberaron a los oficiales de policía del hechizo. Les dieron a los oficiales cachetadas fuertes y patadas en las nalgas.
̶ Esta es una advertencia razonable de no entrometerse en las actividades de los jóvenes de Godere. Los dejaremos vivir. Es el día solemne del rito de funeral de nuestro hermano. Cuéntate entre los afortunados porque nuestra batalla no es contigo pero contra ese niño perdido del muerto – dijo el líder de los jóvenes. Hizo un movimiento amenazante y los oficiales de policía corrieron deprisa fuera de su alcance.
Los jóvenes les dieron a los oficiales de policía miradas amenazantes antes de meterse en el vehículo. Los oficiales de policía corrieron a diferentes escondites hasta que se alejaron.
El Inspector de Policía del pelotón era nuevo a la localidad. Sus jóvenes oficiales habían resistido la tarea de cuidar el cadáver pero él los había amenazado con sus trabajos.
̶ Oga, ahora ves lo que te habíamos dicho. Nadie se mete con los jóvenes de Godere. – dijo un Sargento. Saludó al Inspector de Policía. El Inspector limpió el sudor que caía en gotas por su frente.
En muchas disputas, la comunidad de Godere estaba involucrada en pacificadores que no interfieren. Cualquier Comandante de Seguridad puesto en el áreasiempre aumentaba la presión para que le transfirieran. Cuando las situaciones iban mal, no era fácil restaurar la paz en la comunidad. Los pacificadores siempre se quedaban en los alrededores de la comunidad. Temían que el choque entre comunidades pudiera destruirlos de la noche a la mañana si se quedaban en sus cuarteles temporales.
Los jóvenes condujeron a la mansión de su pariente en Apele. Distribuyeron tiendas, sillas volteadas y mesas. Algunos de ellos llevaban las comidas y bebidas. El entierro tuvo lugar en Godere.
Ovie estaba furioso ante el giro de eventos. Golpeó la pared con su mano.
̶ ¡Maldición! No puedo creer que se llevaron tan fácilmente el cuerpo de mi padre – su amigo lo sostuvo por el hombro.
̶ Su potencia era más poderosa, Ovie, déjalo ser. Permite que el alma de tu padre finalmente encuentre paz. Has perturbado su cuerpo lo suficiente. Creo que deberíamos ir al pueblo y disculparnos.
Ovie apartó su mano.
̶ Dave, te preocupas por cosas pequeñas. Mi padre no ha sido enterrado, no se atreverían.
̶ ¿Estabas sordo cuando el tío Mamus dijo que presenció el entierro? ¿Estabas ciego cuando nos mostró fotos de la ceremonia? Ovie entiende esto, han puesto a tu padre en el suelo y lo cubrieron de tierra. Se ha terminado.
̶ No, no se ha terminado. Vamos a exhumar su cuerpo y a enterrarlo donde pertenece.
̶ Creo que has enloquecido. Está haciendo mucho calor – Dave fue a la barra y se sirvió un vaso de jugo con cubos hielo.
̶ No lo estoy. De todas formas lo estaré. Enloqueceré si no hago lo correcto por mi padre.
̶ Olvídalo Ovie, tu padre está descansando pacíficamente en Godere. Iremos y nos disculparemos.
̶ Obtendremos su cuerpo. Vamos, Dave, tenemos que hacerlo. Prometiste que me apoyabas en esto.
̶ Pues, he llegado a mi límite con ese juramento desinteresado que hice, no cuentes conmigo en esto – Dave tomó un sorbo de su jugo.
̶ Puedes tomar el primer vuelo de vuelta a la ciudad – dijo Ovie –. Lo haré yo mismo – Dave levantó una ceja.
La madre de Ovie entró.
̶ No harás tal cosa. Hijo, ¿qué te sucede? ¿Así es como tu padre y yo te criamos? Por Dios, ¿qué te ha pasado? Detén esta locura por favor.
Ovie apuntó a su madre.
̶ Eres una traidora por ir a su entierro en Godere. Quédate fuera de esto, madre. No te meterás en mis asuntos.
̶ Este es mi esposo fallecido del que estás hablando. No me quedaré callada mientras te veo menospreciar a tu padre. Déjalo descansar en paz. ¿Qué es tan especial de enterrarlo aquí? Honrarás el deseo de tu padre. Su último deseo fue descansar en Godere a pesar de tu insistencia.
̶ Todos deberían dejarme tomar mis decisiones – no voy a titubear en destruir a quien sea que se ponga en mi camino.
Su madre se paró cerca de él, sus rostros apenas centímetros uno del otro.
̶ ¿Dónde estabas cuando los jóvenes de Godere estaban en su mejor momento, cobarde?
̶ Madre, no vas a provocarme de tal manera. No me desafíes.
Mamus entró.
̶ Ovie, no le hables a tu madre de esa forma – dijo. Su tono se calmó –. Tranquilízate hijo mío. Tu padre fue un tradicionalista y su clan le ha dado el rito de entierro que concordaba con su fe. Deberías disculparte con tus parientes. Te darán el honor de completar los ritos finales.
̶ Eso será sobre mi cadáver. Enterraré a mi padre como yo quiera.
̶ Ovie, hablas como un loco – vociferó su madre.
̶ Ay, solo cállate, madre.
̶ Ovie, cuida tus declaraciones – su tío le dio una cachetada –. Ella es mi hermana, tu madre y la viuda de tu padre.
La fuerza de la cachetada volteó el rostro de Ovie. Pasó un momento antes de que Ovie girara su cuello para encarar a su tío y cuadró sus hombros.
̶ Tío, ¿me diste una cachetada? – preguntó atónito.
̶ Sí y créeme, te daré incontables cachetadas si le vuelves a decir alguna palabra irrespetuosa a tu madre. He tolerado tus tonterías hasta ahora porque eres mi sobrino, pero no más. Pensé que tu comportamiento nació de la pérdida de tu padre. Te percibí como un niño que lanza rabietas, ay, Ovie, olvidé que ya no eres un niño. Debo verme como un tonto por soportarte todo este tiempo. Traté de convencerte que esta es la forma en la gente de tu padre lo entierra de acuerdo con sus costumbres – Ovie sacudió su cabeza. Se inclinó ante su madre y salió de la casa.
Dave no podía ver a la madre de Ovie. Fue a su habitación y regresó con su bolso.
̶ Lo lamento, por favor perdóname ma. Me iré hacia la ciudad de inmediato – dejó la casa para tomar un bus comercial.
En la medianoche, Ovie llevó a unos hombres para vaciar el ataúd de su padre y lo enterró en Apele. Día y noche, había llantos dolorosos de un hombre adulto. Esto hizo que los vecinos no pudiesen dormir. Le pidieron a Ovie y a su familia ir a su casa para resolver el misterio.
̶ He hablado con el oráculo, dice que el espíritu de tu padre está inquieto donde fue enterrado – dijo Mamus.
̶ Lo dije, dije que mi padre no debía ser enterrado en la aldea – dijo Ovie firmemente.
̶ Cállate. El espíritu de tu padre no está inquieto en Godere. Alguien movió el cuerpo de su tumba. Ovie, el espíritu de tu padre desea volver a su raíz, alguien sacó el cuerpo de tu padre y puso el de un extraño. Su alma llora en Godere. Dijo que quien fuera que exhumó su cuerpo debería traerlo de vuelta al lugar correcto.
La madre de Ovie se volvió hacia él con sospecha.
̶ Ovie, ¿dónde has guardado su cuerpo?
̶ No lo sé, deberías preguntarle a sus parientes. Pregúntales si lo tomaron de la morgue y lo enterraron en Godere o si hicieron otra cosa con el cadáver de tu esposo – su madre lo abofeteó.
̶ Ovie, dinos que has hecho con el cuerpo de tu padre.
̶ Ya dije que no lo sé. ¿Ustedes quieren forzar una mentira fuera de mi boca? – gritó Ovie.
Una cachetada estruendosa cayó en la mejilla de Ovie. Fue su madre que lo abofeteó.
̶ ¡Dime dónde está mi esposo niño tonto! ¡Si no me dices en este momento me desnudaré y te maldeciré aquí y ahora!
Ovie corrió rápidamente hacia el pasillo. Su familia lo siguió. Ovie había enterrado a su padre en una de las habitaciones de huéspedes.
̶ Esto es una abominación. Ovie, ¿qué le has hecho a tu padre? – preguntó Mamus con calma.
Su madre tapó su boca de la sorpresa.
̶ Estaba en lo correcto. Estás loco – dijo.
̶ Solo quería enterrar a mi padre como yo quería. Esta es su casa, ¿no? ¿es una tradición enterrar a la gente en sus casas? – Ovie se deslizó al suelo y lloró – Tengo derecho de enterrar a mi padre como quiero.
La madre de Ovie invitó a algunos jóvenes para que llevaran el cadáver de vuelta a Godere. Ovie pagó con dinero como repago por su acto. Los aldeanos perdonaron a Ovie y lo dejaron hacer los últimos ritos del entierro.
Cuatro
Los Peligros de la Auto Medicación
Iya intentó que su hijo se tomara una mezcla de hierbas. Las piernas voladoras del niño volcaron la taza y el líquido marrón sobre unas bragas de colores que estaban apiladas en un banco bajo. Iya siseó al desastre. Aprisionó sus pequeñas piernas con su brazo y usó el otro para sostener sus manos. Ella sonrió a las tácticas viables.
Sirvió más de la mezcla tibia del frasco en la taza. Iya sostuvo la nariz de su hijo. Por el bloqueo en su nariz, el bebé respiraba por la boca. Vertió el brebaje herbal en su pequeña boca y la medicina gorjeó por su garganta. Su madre lo soltó. Soltó un chillido y comenzó a patear su pierna en protesta por el sabor amargo.
Sissy pasó por la tienda.
̶ Está mal darle a un bebé tan pequeño una mezcla herbal agbo para beber – le quitó el bebé a su madre. Gentilmente sobó su espalda y abanicó su cara con su boca. El bebé dejó de llorar e hipó.
̶ Funciona bien para la barriga de azúcar – dijo Iya. Se levantó y separó los pantalones Buenos de los pantalones manchados – ¿Cómo me voy a recuperar de esta pérdida? – se veía agotada.
̶ Ese es tu negocio Iya, así que descubre cómo. Estoy molesta contigo. Solo fui al matadero por carne y le diste agbo.
̶ Solo quería curar su estómago de azúcar.
̶ Iya, solo le diste un poco de chocolate para comer. Los niños en realidad necesitan azúcar para crecer, los ayuda a volverse brillantes.
̶ Ese chocolate era muy dulce. Todos los gusanos en su barriga deben estar bailando en este momento.
̶ Por eso es que debes desparasitar a tu niño a cada tres meses – Sissy levantó su dedo al rostro de Iya.
̶ Sissy, tres meses es mucho tiempo. El agbo que le di hará que mi esposo y yo podamos dormir bien a la noche.
̶ Iya, esta mezcla es peligrosa. Los farmaceutas no son tontos por hacer drogas que debilitan y eliminan gusanos. Sin saberlo, podrías estar alimentándolo con veneno.
̶ Agbo me sirvió a mí, servirá para mi hijo.
̶ Sirvió para ti, sí. ¿Qué tan bien te funciona? ¿Cuándo fue la última vez que fuiste al hospital por una revisión? Quizás en nuestros días, las comidas naturales que comimos revitalizaron estas fuertes hierbas. Fuiste al prenatal en el hospital, no desistas de sus prescripciones médicas por tu bebé. Agbo no es una medicina aprobada por La Agencia Nacional para la Administración y Control de Alimentos y Medicamentos o la Organización Mundial de la Salud. La mayoría de estos herbolarios simplemente mezclaron cualquier cantidad de hojas y tallos de árboles sin una medida precisa y lo venden a la gente.
̶ Mi hermana, agbo funciona en cualquier momento y con cualquiera. Las matronas sancionan agbo para el tratamiento del sarampión. Tú sabes y yo sé que funciona bien. Agbo es un componente de hierbas fuertes.
̶ Sí, lo sé pero la sustancia que le das constantemente a tu hijo. Tengo mis dudas. Por favor deja de darle a mi bebé bueno esas cosas para beber. Su sistema puede que no concuerde.
̶ ¿Pero su sistema concuerda con comer dulces? Hummm, beberá agbo para limpiar la dulzura – el bebé orinó a Sissy –. Oh querida, lo lamento, ha arruinado tu vestido.
̶ Está bien. ¿Por qué no le pusiste pañales? ¿Preferirías ponerle hojas alrededor de su cintura? – Sissy meció al bebé y le dio besitos en las mejillas – Iya se rio.
̶ Le pondré pampers. Si se come otra cosa dulce le daré agbo de beber. Una persona a la que no le gustan las hojas amargas no debería ser tan entusiasta de comer dulces.
̶ Iya, te he advertido – Sissy suspiró y le dio el bebé a su madre.
̶ Así que, Sissy, cariño, ¿cuál de los pantalones vas a comprar? – Iya extendió muchos pantalones en la mesa – Tu hombre amará mucho este color rojo. Combina con tu pintura de uñas.
̶ No he usado los pantalones que compré la vez pasada, jare[3 - Jare es una persona de la que se pueden aprovechar fácilmente.]. He estado muy ocupada para ir a la casa de mi novio durante el fin de semana. Solo tomaré dos sostenes negros. Los necesito para las camisas blancas polo que usaré para dos días de la caminata de concientización. Es una campaña para que la gente deje de auto medicarse. Me gustaría que fueras. Es para gente como tú que les gusta administrarse drogas a sí mismos, peor aún, medicinas tradicionales.
̶ ¿Quién cuidará de mi negocio mientras recorro las calles con pancartas y carteles? Por favor, estoy muy hambrienta para involucrarme en tu campaña, no puedo permitirme la caminata y no tengo la fuerza. Estoy buscando por dinero Sissy, quizá vaya en alguna otra ocasión.
̶ Iya, no todo en la vida se trata de hacer dinero. Iya, también deberías aprender cómo usarlo. Puedes guardar los cincuenta naira para comprar medicina para gusanos los próximos tres meses. Por favor, deberías prestar atención a programas importantes, especialmente aquellos con beneficios para la salud. Si cierras la tienda por un día, no habrá pérdida en tu negocio ni margen de ganancias. El tipo de bienes que vendes permite a la mayoría de tus clientes esperar o esperar a que vuelvas si no estás aquí. Pueden llamar a tu teléfono cuando necesitan un ítem urgentemente.
̶ Okey, te escucho. Me uniré a la campaña. ¿No es solo para repartir folletos y levantar carteles sobre mi cabeza?
̶ No es solo eso. Te llevarás a casa lecciones que puedes aplicar para tu salud y practicarlas.
̶ Okey, gracias Sissy. Te veré mañana.
* * * * * *
Al día siguiente, Iya estaba poniendo en los estantes sus productos cuando Sissy pasó.
̶ Ah, Iya, estás mostrando tus productos. Te dije que el programa empieza a las once en punto y ya son más de las diez en punto.
Iya ajustó su gorro. Se soltó. Lo removió y ató una bufanda alrededor de su pequeña cintura.
̶ Eh, Sissy, la cosa es que no podré ir hoy. Verás, hoy era el saneamiento del mercado y tomó treinta minutos extra antes de que terminara la reunión. Abrimos el mercado hace solo cinco minutos así que quiero compensar las ventas perdidas, espero que entiendas.
̶ Iya… deberías simplemente cerrar la tienda hasta que volvamos. Te ayudaré a organizar la mercancía y a vender por el día.
̶ Sissy, por favor, hoy no, no puedo ir. Por favor no estés molesta. Sabes que soy la única que está cuidando de la familia. Mi esposo aún no consigue otro trabajo. Estoy tratando de reunir capital para que él empiece un negocio pequeño.
̶ Sí, Iya, entiendo. Quisiera poder ayudar – las cejas de Sissy se llenaron de surcos.
̶ Sissy, tu patrocinio es una garantía de que le sacaremos provecho y podremos mantener cuerpo y alma juntos. Por favor dile a tus amigas que patrocinen mi ropa interior. Venderé a buenos precios – comenzó a organizar las bragas más finas y sexis en colgadores.
̶ Seguro lo haré, Iya. Voy de salida. Compartiré información de utilidad cuando vuelva. ¿Cómo está tu hijo? ¿No trajiste mi buen niño a la tienda? – Sissy miró dentro de la tienda.
̶ Hoy se quedó en casa con su padre. Lo dejo cuidarlo por hoy.
̶ Está bien. Iya, te veré más tarde. Envíale mi amor a mi buen niño – Sissy se fue e Iya abrió completamente su tienda.
Después de que hizo algunas ventas, Iya sumó el dinero de ventas anteriores y contó. Se veía triste ante la suma total que se extendía por sus palmas. Rebuscó en su arca de madera y salió decepcionada. Facturas, nuez de cola, un bolígrafo viejo y algunas notas de naira eran todo lo que llenaba la caja.
̶ Dios, estoy demasiado lejos de ahorrar una cantidad substancial para que mi esposo pueda empezar su negocio de reparaciones. Dios, por favor aumenta las ventas para que yo pueda recaudar suficiente dinero – Iya se levantó y sostuvo sus productos para atraer clientes. Cantó mientras limpiaba su terraza.
* * * * * *
Iya cerró la tienda bastante tarde. Llegó a casa y colgó su bolsa en la silla más cercana. Su hijo estaba hirviendo en fiebre.
̶ Kenny, ¿por qué no me llamaste? – envolvió a su hijo con sus brazos.
̶ No quería molestarte. Ha tenido una temperatura un poco elevada desde las cuatro de la tarde, se hizo peor en la noche, hace como una hora – Kenny trajo agbo para el niño. Iya apartó la copa de agbo.
̶ No, no está mejorando. No le des la hierba. Vamos a llevarlo al hospital – dijo.
̶ Kenny estaba frenético. Se apuró dentro de la habitación y cambió sus boxers por unos pantalones. Se fueron hacia el hospital ansiosos.
El hospital admitió al niño.
̶ Señora, ¿con qué ha estado tratando a su hijo? Está en condición severa – dijo el doctor.
̶ Doctor, ha estado bien, no estaba enfermo – dijo Iya en tono lloroso.
̶ Ha estado enfermo por un largo tiempo, los síntomas no eran claros para usted. Está muy enfermo – el doctor escribió en el reporte médico.
̶ Oh, Dios mío, ¿qué enfermedad es esa? – preguntó Kenny. De repente se veía pálido.
̶ ¿Qué le dieron antes de venir acá? ¿Qué drogas le dieron? – preguntó el doctor.
̶ Agbo señor, es usual que le demos medicinas herbales para curar su barriga azucarada porque unos buenos patrocinadores en mi tienda le dan cosas dulces de comer y tomar – el doctor sacudió su cabeza. Iya sostuvo los brazos del doctor y cayó a sus rodillas –. Doctor, por favor, salve a mi hijo. No puedo tener otro niño. Por favor, su nacimiento fue complicado. Mi doctor removió mi útero para evitar que se extendiera la infección. Mi hijo es mi vida.
̶ Señora, hacemos lo mejor que podemos. Le haremos unas pruebas. Enfermera, por favor, obtenga una muestra de sangre.
̶ Por favor, salven a nuestro hijo – dijo Kenny.
̶ Haremos lo mejor que podamos. Enfermera, haga el examen de sangre con urgencia – el doctor le dio una palmadita al hombro de Kenny y salió de la habitación.
̶ No puede hacerse nada por el niño – le dijo el doctor a la enfermera unos minutos más tarde –. Tiene pocas horas de vida. Los componentes herbales han cortado su hígado y abrieron huecos en su riñón. Lo que fuera que estuviera mezclado en la sustancia era ácido. Era muy tóxico para un niño que aún no llega al año.
La enfermera miró a Iya y a su esposo.
̶ Oh, es una pena. Quisiera que ocurriera un milagro. Esta terrible noticia va a devastar a la pareja – dijo.
̶ ¡Doctor! – gritó Iya. El doctor y la enfermera corrieron a la habitación. Él puso el termómetro en el pecho del niño. Suspiró e hizo un gesto a la enfermera para que cubriera el cadáver.
Iya detuvo a la enfermera y se volteó al doctor.
̶ Doctor, ¿qué está haciendo?
̶ Lo lamento señora, lo perdimos – dijo el doctor.
Iya gritó y golpeó su cuerpo contra el suelo. Agarró la bata del doctor.
̶ No se lleve a mi hijo. Mire, tengo dinero – arrojó el dinero de las ventas al doctor –. Tome todo el dinero y trate a mi hijo. Doctor, por favor, reviva a mi hijo – se volvió a la enfermera –. Estoy segura de que eres una madre, sabes que no voy a poder vivir sin mi niño. No puedo vivir este dolor.
Kenny la arrastró al pasillo. Estaba pateando y gritando.
̶ ¡Alguien debería devolverme a mi hijo!
Kenny la sacudió con fuerza.
̶ Basta, Iya. Nuestro precioso hijo ya no está. Está muerto – Iya se quedó en silencio. Kenny se rio como un loco. Cayó al suelo y lloró.
Cinco
Mudlark[4 - Mudlark es alguien que busca en la tierra fangosa del río por objetos de valor.]
Mi hermano y yo nos sentamos frente a una farmacia local. Mis pies duelen de tanto caminar. Mi madre salió de la droguería.
̶ Mamá, estoy cansado, me siento débil. ¿Podemos no quedarnos en casa esta noche? – le pregunté a mi madre.
Mamá tragó unas pastillas y tomó agua. Se sentó en una caja y masajeó sus manos y piernas.
̶ Debemos trabajar duro o no habrá comida que podamos comer. Vamos, debemos apurarnos para hacer dinero. El dolor desaparecerá una vez que comiences a caminar – dijo mamá mientras se unía a nosotros en el gran mercado.
Todo lo que puedo recordar; siempre ha sido trabajar duro de día si queremos sobrevivir. Las cosas se pusieron peor una vez que nos desalojaron de Ileoda. El mar turbulento había amenazado con sumergir a nuestra comunidad. El gobierno marcó el muelle y emitió una orden de desalojo para los residentes de Ileoda.
El Ministerio de Hogar y Ambiente había dicho que era por el bien de sus habitantes. El gobierno dijo que la razón era para construir mejores casas para nosotros. Tratamos de luchar en contra porque esas estructuras decentes no tendrían espacio para lowlives[5 - lowlives son las personas que viven en condiciones deplorables, apartamentos pequeños y sucios, quizá en la calle o edificios abandonados que no son vigilados.] como nosotros. La hoja de ruta reestructurada de Ileoda no incluía avenidas para los pobres. El gobierno solo quería sacarnos del muelle sin planes de restablecimiento cuando lo lograran.
Éramos miserables y no teníamos poder para luchar contra el gobierno. Más tarde, estuvimos felices cuando obtuvimos un mandamiento judicial, pero la batalla ganada duró poco. Los demoledores ignoraron el mandamiento judicial. Trajeron excavadoras a nuestros hogares y destruyeron todo.
La demolición de casas y propiedades causó el desplazamiento de más de cincuenta mil residentes de Ileoda. Muchos no tenían a dónde ir. Algunos expresaban su descontento suicidándose. Mi familia y yo dormimos bajo diferentes puentes por semanas hasta que pudimos rentar una habitación.
Alcanzamos el gran mercado. Mi hermano y yo cargamos nuestros productos en nuestras cabezas mientras mamá apilaba ítems para los clientes en una bandeja que descansaba sobre su cabeza y caminó hacia el parque automotor. Mientras mamá caminaba hacia la calle, una ambulancia apurada la atropelló. Murió al instante. Nos volvimos huérfanos.
El cuidador lanzó fuera nuestras pertenencias unidas del apartamento de una habitación que habíamos rentado.
̶ Vayan a vivir al barrio bajo. Ahí es donde pertenecen. Salgan de aquí escorias de la tierra.
El apartamento estaba en las entrañas del barrio bajo. Me preguntaba a que otro barrio se refería el cuidador. Mi hermano y yo quedamos sin hogar. Nos mudamos a la barriada donde vivían otros niños como nosotros.
Algunos habían huido de casa. Otros se habían alejado del último lugar donde sus padres les pidieron que los esperaran y no podían rehacer sus pasos.
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notes
1
Snuffbox se refiere a una cajita llena de tabaco para inhalar por la nariz.
2
el brushingstick es un palito típico de las regiones africanas que se usan para la higiene de los dientes.
3
Jare es una persona de la que se pueden aprovechar fácilmente.
4
Mudlark es alguien que busca en la tierra fangosa del río por objetos de valor.
5
lowlives son las personas que viven en condiciones deplorables, apartamentos pequeños y sucios, quizá en la calle o edificios abandonados que no son vigilados.