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Ya no me duele
Лили Рокс
Mi vida fue destruida y todos mis seres queridos fueron asesinados. Milagrosamente, sobreviv?, pero quedе con el rostro y el cuerpo desfigurados y con un dolor constante del que no hay escape. El ?nico refugio para m? se convirtiо en las paredes de una cl?nica psiquiаtrica. Los medicamentos me ayudan a mantenerme a flote, evitando que los recuerdos destruyan lo que queda de mi cordura.
Y justo cuando me encuentro al borde entre la realidad y las ilusiones, aparece Fеlix. Me tiende la mano y promete liberarme del dolor para siempre. Me saca del infierno y me ayuda a ponerme de pie, devolviеndome la belleza que una vez tuve. Pero ?por quе? ?Realmente quiere ayudarme? ?O solo me estа convirtiendo en otro juguete para su carne envejecida?

Лили Рокс
Ya no me duele

Apariciоn de Fеlix
Estoy rodeada de paredes de un color verde sucio. Es como si alguien hubiera elegido a propоsito el tono mаs repulsivo para recordarme a?n mаs en quе agujero me encuentro. Las rejas en la estrecha ventana apenas dejan pasar la luz, pero no trae ni alivio ni esperanza. Como una burla a mi impotencia, estа ese vano de puerta vac?o, sin puerta. Adelante, intеntalo. De todos modos, te detendrаn. Sal y verаs los mismos rostros deformados, la misma vacuidad. Intento dar un paso, pero no hay a dоnde ir. Y tampoco hay por quе.
Mi vida se ha roto en pedazos como un vidrio fino, cuyos fragmentos ya no se pueden recoger. Y aunque fuera posible, no habr?a nadie para hacerlo. Me he quedado sola. Completamente in?til para cualquiera, sobreviviendo ?nicamente para quedar atrapada en este horrible limbo. Si no fuera por el cambio de d?a y noche que veo por la ventana, pensar?a que este d?a nunca termina. Los mismos enfermeros, con sus rostros que solo me provocan repulsiоn. Toscos, indiferentes, con ojos que no muestran ni un rastro de compasiоn. Los pacientes son iguales. Miro sus caras distorsionadas y comprendo: estoy entre ellos. Soy una de ellos.
La comida es tan ins?pida como mi vida. Mastico esta masa gris sin siquiera preguntarme por quе. Simplemente, para evitar otro golpe de los enfermeros. No siento el sabor, como tampoco siento ya nada mаs. La comida, como todo lo demаs, es solo una parte de un mecanismo que debe seguir funcionando. ?Pero para quе?
Hubo un tiempo en que ten?a una vida. Personas a las que amaba y personas que me amaban. Ahora esos recuerdos parecen fantasmas. Alguna vez tuve una familia, metas y sue?os. Pero ahora todo eso se ha desvanecido, desaparecido. Me aferro a esos fragmentos, como si fueran lo ?nico que me recuerda que alguna vez estuve viva. Pero todo ha cambiado. Ahora estoy aqu?, en este lugar donde cada d?a se alarga como una pesadilla interminable.
Todos a los que amaba estаn muertos. Me he quedado sola, atrapada en este tiempo donde ni el pasado ni el futuro importan. Los medicamentos psicotrоpicos son lo ?nico que me impide romperme por completo. Entumecen el dolor y me obligan a seguir respirando. Tomo las pastillas seg?n el horario, sin siquiera preguntarme por quе.
A veces, mirando las rejas, pienso en cоmo todo pudo cambiar tanto. No siempre fui as?. Yo era diferente. Ten?a fuerza, ten?a un futuro. Pero todo eso desapareciо. Mi vida se desmoronо en pedazos despuеs de aquella noche.
Eran cuatro. Cuatro monstruos que me arrebataron todo. No solo destrozaron mi cuerpo, sino tambiеn mi mente. Me quitaron todo lo que sab?a sobre m? misma, sobre el mundo. Desde entonces ya no vivo. Solo existo, atrapada en este lugar con el alma hecha pedazos.
T? me tendiste la mano. Al principio, pensе que era mi salvaciоn. Pero ahora lo dudo. ?Quieres ayudarme o simplemente convertirme en un bonito juguete para satisfacer tus deseos? Ya no creo en la bondad. Todo en este lugar estа impregnado de miedo, mentiras y dolor. T? no eres la excepciоn.
Cada d?a aqu? es igual al anterior. Lo ?nico que cambia soy yo. Dentro de m? ocurre algo inexplicable. Lentamente, pero con certeza, me acerco al borde.
Mi vida es como el d?a de la marmota. Ya estoy harta de la monoton?a. O tal vez sea solo un efecto secundario de las pastillas. Probablemente ambas cosas. Aqu? muchos se niegan a tomarlas, y los obligan a beberlas a la fuerza. O les ponen inyecciones. Yo nunca discuto, simplemente las tomo y ya estа. En esas pastillas, al final, hay un propоsito. Hacen lo que ni las personas ni el tiempo pudieron hacer: rompieron esos hilos finos que conectaban mi mente con mis emociones. Ahora, como dos seres distintos, flotan en una oscuridad absoluta, sin poder encontrarse. Y yo con ellos. Lentamente, sin luchar, sin deseos de resistir, me hundo en el fondo de este vac?o.
Ya no pataleo. No intento salir a flote, ni me ahogo de terror como antes. Ahora es simplemente… costumbre. Como si fuera mi estado natural. Las voces y los sonidos me llegan desde lejos, como si estuviera bajo el agua. Todo lo que sucede a mi alrededor parece irreal. Veo el mundo como a travеs de un cristal empa?ado, y ese cristal me separa de todo.
Solo miro. Observo. Como un espectador que ha venido a una obra de teatro, pero ha olvidado por quе estа aqu?. Ya no me interesa lo que sucede. Ni siquiera yo misma.
A veces pienso: ?y si realmente ya no estoy aqu?? ?Y si esto es solo un cuerpo que sigue existiendo por inercia, porque as? estа dise?ado? ?Dоnde estoy yo? No existo.

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