Sexo anal
Emilia Dark
Mi vida cambiо despuеs de que probе el sexo anal por primera vez.
Accidentalmente descubr? el mundo real del placer anal. ?Esto me pasо con mi propio hermano! Mi medio hermano, con quien hab?a estado desde la infancia, me abriо un verdadero mundo de placer. Con еl experimentе mi primer orgasmo anal. Y justo cuando me parece que mi vida es un еxito, mi hermano de repente se va de casa con su ex. No me queda mаs remedio que ir en busca de aventuras. Voy a un club y cada vez busco un hombre nuevo que pueda sorprenderme y ense?arme algo mаs…
Emilia Dark
Sexo anal
Traducciоn realizada por Masso, contacta massoilustrador@gmail.com si te interesa traducir tu libro de forma cоmoda.
Un desconocido en el autob?s
Me encontrе con еl en el autob?s. Yo viajaba de estaciоn a estaciоn, еl se subiо mаs o menos a mitad de camino. Todav?a faltaba media hora o as?. Entrо con un traje negro. Todo un macho. Hizo contacto visual conmigo y se sentо frente a m?.
Estaba tramando algo, pero yo no sab?a lo que era. Me mirо fijamente durante todo el trayecto, relamiеndose de vez en cuando los labios, que parec?an ligeramente h?medos. Ten?a el pecho apretado porque el autob?s estaba muy lleno. Yo estaba hipnotizada mirаndole, еl lo sab?a y lo estaba disfrutando. Parec?a que no quedaba nadie mаs en la cabina. No se bajо y observо atentamente todos mis movimientos.
El tipo bebiо un sorbo de agua fr?a y una gota de agua rodо por su torso. No pude evitar imaginarme lo agradable que ser?a verle desnudo. Su cuerpo debe de ser precioso, y еl lo sabe muy bien.
Despuеs de un par de paradas, el autob?s volviо a estar abarrotado y dejе de mirar al tipo durante un rato. Y еl tambiеn pareciо dirigir su atenciоn a la gente que entraba.
Dejе paso a una anciana y me arrimе a la esquina del autob?s; el tipo se moviо con facilidad y se acercо a m?, colocаndose detrаs de m?, apretаndose contra m?.
Estaba lleno y casi nadie se dio cuenta de este extra?o comportamiento. Cuаntas cosas interesantes pueden pasar en un autob?s, si prestas atenciоn a lo que ocurre a tu alrededor.
Un tipo pelirrojo, por ejemplo, frotaba suavemente su entrepierna contra mi culo al compаs del vaivеn del autob?s. Ol?a a almizcle. ?Un olor tan masculino y chic!
Inspirе profundamente, girе ligeramente la cabeza y le rocе el cuello con los labios. Sonriо satisfecho. Pod?a verlo en el reflejo del cristal. Se acercaba el final de la parada y no me apetec?a nada bajarme. ?Por quе iba el autob?s tan rаpido ahora? Еl segu?a presionando su polla contra mis nalgas y yo sent?a cоmo el lubricante mojaba mis bragas. ?Y si…?
Sus dedos empezaron a recorrer suavemente la parte de atrаs de mi muslo. Se asegurо de que nadie a su alrededor sospechara nada. Todos estaban sentados mirando sus mоviles, alguno dormido. Sus dedos me pon?an la piel de gallina. Mi piel estaba ligeramente h?meda por el calor, ten?a calor. Pero pod?a sentir que la cosa se iba a poner a?n mаs caliente. Llevо un dedo hasta mis bragas. Me sonrojе. Mientras nadie se diera cuenta.
Las luces del autob?s brillaban intermitentemente. De vez en cuando, en el reflejo, pod?a ver las emociones intensamente cambiantes de su rostro. Me pasо el dedo ?ndice por el encaje, como si intentara meterlo bien entre mis labios vaginales. Mis bragas estaban mojadas. Y pod?a sentir el abundante lubricante que corr?a por mis muslos, de tan mojada que estaba.
El tipo apartо suavemente la tela de mis bragas y empezо a jugar con mi cl?toris. Respirе un poco mаs fuerte que antes. No pod?a gemir, ambos lo sab?amos. No pod?amos dejar que otros nos vieran o nos oyeran. No pod?amos llamar la atenciоn.
Es sоlo para nuestra diversiоn. Lo deseaba, lo tengo. Ahora este hombre atractivo me va a ayudar a llegar hasta el final. Introdujo lentamente un dedo hasta el fondo de mi co?o. Contuve la respiraciоn. Sent?a cоmo mi cuerpo se tensaba y temblaba de deseo.
Introdujo lentamente el dedo y lo sacо del todo. No pod?a ir mаs rаpido, estaba demasiado mojada y se oir?a a mi alrededor. Me estaba impacientando con un sоlo dedo, pidiendo mаs. As? que el tipo a?adiо otro dedo. Sonre? satisfecha y segu? balanceаndome al ritmo del autob?s, metiеndome sus dedos por mi cuenta. Fue un encuentro incre?ble, no se me ocurre otro mejor.
Aparentemente perdiendo el control por completo, me librе cautelosamente de sus dedos y me volv? hacia еl, apoyаndome en su pecho como si un chico y una chica se estuvieran abrazando. Pero este t?o no pensaba parar.
Sent? su polla a travеs de los pantalones y empecе a apretarla. El tipo exhalо con fuerza. Era demasiado para еl, pero no pod?a parar. Dejarle ahora ser?a el error mаs est?pido que jamаs hubiera cometido. Se preparо para no gemir sin querer. Mientras tanto, le bajе la cremallera y cog? su polla caliente y h?meda con la mano. Me gustaba jugar con ella y la soltaba de vez en cuando, haciendo que el tipo siguiera empujando con mаs fuerza. Eso parec?a volverle mаs osado.
Levantаndome un poco de puntillas, yo, como una chica modelo, besе al chico en los labios. En el autob?s suele haber parejas que se besan. Una ligera sacudida, e inmediatamente se corriо en mi mano. Me limpiе con el dobladillo del vestido. Se anunciо otra parada. Cog? al chico con la mano en la que me acababa de eyacular y tirе de еl. Nos bajamos y en la parada empezamos a besarnos.
Un? mis labios a los suyos sin mediar palabra y empecе a besarle. Perdimos la nociоn del tiempo mientras nos besаbamos.
Me permitiо saborear sus labios lo suficiente, y esto ayudо a que el tipo se excitara de nuevo. Yo, al notar el bulto en su pantalоn, volv? a sonre?r, y le conduje hacia el parque, apenas iluminado por las farolas. No hab?a gente alrededor; todo el mundo prefer?a estar en las fuentes, que estaban iluminadas, mucho mejor para que no nos molestaran.
Apoyе las manos en el аrbol y levantе el borde de mi vestido. El tipo no tardо en ponerse en marcha; quer?a correrse cuanto antes, sentirme plenamente.
Seguramente el sexo con еl ser?a a?n mаs maravilloso que lo que hab?a sucedido en el autob?s. Se sacо la polla de la bragueta y me la metiо en la raja. Gem? suavemente. Pero eso no fue suficiente para m?. Empecе a estirar mi otro agujero por mi cuenta. El tipo se quedо literalmente alucinado con el espectаculo.
Me golpeо contra la madera y yo mov? las caderas en respuesta. Entonces, asegurаndome de que mi otro agujero estaba lo suficientemente dilatado, me detuve y saquе su polla de su entrepierna y la guiе hasta mi ano. ???Hostia puta!!! Los dos gemimos.
– Se siente tan rico. – susurrо el tipo. – Estrecho, caliente, y la forma en que tus m?sculos aprietan completamente mi polla. ?Incre?ble!
Pasе una pierna por encima de su antebrazo para que pudiera penetrarme todo lo que pudiera. Usе mi mano libre para jugar con mi cl?toris. Me excitо tanto que me corr? casi de inmediato. El tipo siguiо aumentando el ritmo. Quer?a prolongar este momento todo lo posible.
Finalmente no pudo contenerse y me dio una palmada en el culo, menos mal que no hab?a nadie, el sonido fue jugoso y fuerte. Gem?. El tipo estaba a punto de eyacular en mi culo. Pero lo detuve, saquе una servilleta de mi mochila y me sentе de rodillas frente a еl.
Le limpiе suavemente el pene y tirе la servilleta a un lado. Me bajе los tirantes del vestido y dejе al descubierto mis pechos. Luego, moviendo lentamente la mano sobre su polla, pasе la lengua desde los test?culos hasta la cabeza, siguiendo mi mano. Quer?a probarla toda. El tipo no se resistiо. Mi pecho se balanceaba al ritmo de mi cabeza, levantе la vista hacia еl y, mirаndole a la cara, engull? por completo su polla, que, por cierto, era ligeramente mаs grande que la media.
El tipo se quedо pasmado, yo ni siquiera tos?, y mientras segu?a chupаndosela hasta el fondo, le cog? los test?culos con la mano libre y se los apretе suavemente. El tipo no pudo contenerse y se corriо en mi boca. Me lam? los labios, me ajustе el vestido y desaparec?, dejando al tipo de pie con los pantalones bajados, desconcertado pero orgаsmico.
Buscando sexo en un club
Era mi primer a?o en la universidad y mis padres hab?an alquilado un piso con mi hermano en el centro de la ciudad. Ten?a tantas ganas de sexo que segu?a aplazando las relaciones serias con chicos porque realmente no ten?a tiempo, pero ser?a bueno para mi salud f?sica tener una pareja estable.
Hace seis meses tuve un novio que resultо ser un gilipollas. Rompimos y ahora estoy en b?squeda activa. Resulta que no es tan fаcil encontrar a tu alma gemela. Por muchos chicos que haya conocido, ninguno me ha llegado al corazоn. Mi hermano es un a?o mayor que yo, encontrо alguna chica y parece que van en serio. Pero yo no tengo tanta suerte.
– Nita, vamos. ?As? encontrarаs un marido? ??Cuаntos a?os tienes?! – Julia se indignо cuando le contе lo del incidente en el autob?s y en el parque con un tipo desconocido.
– Es cierto, me estoy volviendo loca por no echar un polvo, ?estoy dispuesta a tirarme en la calle a cualquiera que encuentre! Tengo que hacer algo al respecto. ?Consigue un novio! – Me dije indignada.
– ?Por quе no cogiste el telеfono de ese empollоn? Dijiste que era un buen follador. As? te follar?a de vez en cuando y podr?as estudiar sin distracciones. – Julia se sirviо un poco de tе y tomо un trozo de tarta.
– ?Deja de comer dulces! – Le quitе la golosina y la volv? a meter en la caja. – T? y yo estamos a dieta. ?Un bocado es suficiente! Y no cog? el telеfono porque, como dijiste, es un empollоn. No quiero un chico as?. ?A dоnde voy con еl? Es guapo, pero no es mi tipo.
– ?Cuаl es tu estilo? – Julia mirо el trozo de tarta con cara de fastidio y se chupо los dedos.
– No sе, mаs viejo, supongo. Mаs mayor. Como nuestro profesor de filosof?a…
– Vale, nuestro profesor es el sue?o de todos, pero si sоlo quieres echar un polvo, puedes encontrar uno en el club, sin problemas. Elige a alguien que te guste.
As? que decidimos ir a un club a ligar con t?os para tener sexo.
Antes de nuestro viaje al club, ?mi vida flu?a con mucha naturalidad! Tengo todo lo que necesito, mi familia, mi querido hermano vive conmigo, buenos amigos, en general, ?quе mаs se necesita para ser feliz? Lo ?nico que falta es tener relaciones sexuales regulares y constantes, pero a mis 19 a?os no vale la pena preocuparse demasiado por eso.
As? que Julia y yo fuimos a un club nocturno. El sаbado por la noche, ella y yo vamos de caza. Entramos en la sala, vamos a la barra, pedimos un cоctel, y aqu? ya estamos relajadas y alegres: baile picante hasta caer rendidas, cachimba en el descanso, cоcteles otra vez.
Hace mucho calor y el cansancio se apodera de m?. Me cuesta un poco respirar, as? que decido salir a la terraza de verano a tomar el aire.
Miro a los chicos que estаn de pie un poco mаs lejos de la puerta, fumando. Estаn discutiendo algo acaloradamente, y yo los desnudo mentalmente y me imagino cоmo ser?a si estuviera en la misma habitaciоn con ellos ahora mismo y tuviеramos sexo. Nunca he participado en una org?a, pero he le?do mucho sobre ellas.....
Creo que tambiеn fumarе un pitillo, tal vez. ?Quizаs podr?a conocer a alguien aqu? mismo? No pude encontrar a nadie adecuado en la pista de baile, hab?a sobre todo chicas bailando, y los chicos estaban todos dando vueltas por alguna razоn.
Y entonces, como por arte de magia, alguien aparece a mi lado y me da un mechero. ?Quе atento! Lo enciendo y lo veo a ЕL: ?Dios m?o, quiеn es ese que estа delante de m?! Parece una alucinaciоn, una fantas?a irreal, es divinamente hermoso, como un аngel bajado del cielo con unos ojos hipnotizadores sin fondo.
Una breve pausa, pensando que no ser?a mala idea hablar con еl, pero sent?a los labios petrificados. ?Quе demonios me pasa? Y entonces oigo su mаgica voz.
– Me llamo Miguel, ?y t??
– Ana, puedes llamarme Nita.....
Еl sonr?e con su sonrisa ?nica.
– Bueno, entonces es un placer, ?solo Nita!
– Igualmente, – contesto con una sonrisa.
– ?Estаs aqu? sola o con alguien?
– Estoy con una amiga, pero ahora estа en la pista de baile, conociо a un chico y ya piensa irse.
– ?Y t?? ?Te quedas aqu? sola?
– Tal vez. – Sonre? y le mirе enigmаticamente.
– Ya veo, y yo estoy aqu? con mis amigos… y si no te importa, ?quizа te gustar?a unirte a nuestro grupo de amigos?
– Me encantar?a, porque, francamente, estoy un poco harta de pasar el rato sola y pasando de viejos que se creen mаs guays que los demаs.
– Bueno, ?entonces ven conmigo!
– ?Venga!
Miguel me presentо a sus amigos. Por desgracia, no era el mismo grupo de t?os guapos que fumaban cerca de nosotros. Los amigos de Miguel eran feos y aburridos. Pero despuеs de tres cоcteles no prestе atenciоn a eso, lo principal era que Miguel era genial.
Luego tomamos tequila. Y aqu? estamos sentados, bebiendo, charlando como si nos conociеramos de toda la vida. Es por la ma?ana, todo el mundo tiene sue?o y piensa irse a casa. Cansados, pero terriblemente satisfechos, todos abandonamos el club.
Uno de los amigos de Miguel ten?a un coche grande en el que cab?an once personas a la vez. Era casi un minib?s, maldita sea, salvo que en realidad no era mаs que un largo coche extranjero.
En el coche, intercambiamos telеfonos.
– ?Llаmame! – le susurro al chico mientras se despide de m? abrazаndome.
– Lo harе, ?hasta luego! – me besa en los labios y salgo del coche.
– Adiоs, Miguel.
– ?Nos vemos, Nita!
Ya han pasado unos d?as, pero todav?a no me ha llamado, e incluso me da miedo marcar su n?mero, no sе quе hacer…
Todo este tiempo sоlo pienso en еl, sue?o con еl, miro las fotos del club que nos hicimos aquella noche. No puedo creer cuаnto me atrae. ?Dijo que llamar?a y no lo ha hecho! ?Quе co?o pasa? ?Es que no me quiere? Pod?a sentir cоmo se le levantaba la polla mientras me abrazaba.
Y entonces, de la nada, la llamada, ?su n?mero! Mis manos empiezan a temblar de emociоn.
– ?Hola?
– Nita, hola, soy Miguel, siento no haberte llamado desde hace tiempo, ?estaba de viaje de negocios en Madrid!
– No pasa nada, ?me alegro mucho de que hayas llamado!
– A mi tambiеn. Es bueno escuchar tu voz, ?cоmo estаs?
– Todo super, estoy sentada en la universidad en nuestro cafе y pensando donde voy a ir, ?para no tener que ir a clases! – Digo yo.
– Vaya, ?quе interesante! Entonces, ?podr?as venir a mi casa? Yo tambiеn he decidido no ir a la universidad hoy, y ahora estoy sentado en casa y me muero de aburrimiento, sentеmonos, charlemos, veamos una pel?cula, ?quе te parece!
– Oh, es una gran idea. Estarе en tu casa en media hora.
Subo al autob?s con el corazоn a mil por hora para verle cuanto antes. Me bajo en la parada correcta y sigo al navegador hasta su casa. Me levantе, llamе al timbre y sent? que el corazоn se me sal?a del pecho, me sudaban las palmas de las manos.
"Mierda, por quе estoy tan nerviosa, necesito calmarme, no quiero que el t?o vea que me gusta de verdad".
En el piso de un t?o bueno
Se abre la puerta y le veo, ?mi ideal! Estа tan divinamente guapo como la primera vez que lo vi fuera del club.
– Hola! – sonr?o, y еl asiente feliz y me abraza, luego me da un besito en la mejilla.
– Ven al salоn, te ense?arе el piso. ?Quieres tomar algo?
– No dir?a que no…
Pasamos al salоn, me siento en un sillоn, еl saca vasos y una botella de vino, y luego me pone una tableta delante.
– ?Voy a ense?arte algunas de mis fotos erоticas! – me dice con una sonrisa p?cara.
– ?Erоticas? – sonr?o.
– S?, ?te sorprende?
– Un poco… – empecе a mirar las fotos de Miguel, en las que sal?a sоlo en calzoncillos y me excitе como una loca.
– ?Te gusta? – preguntо Miguel, sentаndose a mi lado.
– Me gusta mucho. ?Por quе tienes tantas fotos tuyas sоlo en slip? ?Y parecen tan profesionales!
– Estaba posando para la portada de una popular revista femenina.
Dios, si en la portada sus calzoncillos abultan as?, ?Quе estarа pasando en su interior? – Pensе.
– Mira en esta carpeta, ?fue una sesiоn de fotos enorme!
– Vale, – abro la carpeta, y ah? estа Miguel con pantalones de cuero y un lаtigo en las manos, y ya estа, no hay mаs ropa en diferentes poses, en el sofа, sobre la mesa.
– ?Te gusta?
– Mmm-hmm, ?son geniales! Estаs francamente guapo -sonr?o avergonzada, intentando convertirlo todo en una broma-.
– Me alegro de que nos hayamos conocido. – Dice sin dejar de mirarme.
– A m? tambiеn. – le respondo bajando la mirada.
– Eres muy guapa. Por cierto, ?les gustas mucho a casi todos mis amigos! Todos los chicos se han empalmado contigo enseguida.
– ?Y a ti? ?T? tambiеn te has empalmado? – Le miro y me tapo los ojos. El chico me besa suavemente en los labios.
– La verdad es que s?… Y de hecho, ?iba a pedirte que te quedaras en mi casa esta noche!
– ?Una noche? – vuelvo a preguntarle.
– Bueno, s?. Nos sentaremos, tomaremos algo, veremos una pel?cula, tengo una porno interesante....
Me ofrece una copa y acepto. La primera botella de vino estа vac?a. Abrimos la segunda, un dulce calor se extiende por mi cuerpo…
Y entonces pasamos al dormitorio.... Me besa lentamente los pechos desnudos, mientras mi ropa y mi sujetador yacen en el suelo.
Mis dedos se hundieron en su pelo y los besos de Miguel se hicieron mаs insistentes. Me dejе llevar por sus hаbiles caricias mientras sus labios exploraban mi vientre, bajando lentamente hasta llegar a mis muslos.
El chico se levantо, me mirо como pidiendo permiso para continuar y, sin negarse, se desnudо rаpidamente, dejаndose sоlo el slip puesto. Se quedо un rato delante de m?, admirando mi cuerpo y dejando que yo admirara el suyo, y luego se quitо lentamente el slip.
Estaba tumbada en la cama con las bragas todav?a puestas. Cuando estuve completamente desnuda, Miguel se acercо a m? y me bajо lentamente las bragas. Levantando mis caderas le ayudе a quitаrmelas y cuando tambiеn volaron al suelo, sent? los dedos de Miguel abriendo mi vagina y penetrаndola poco a poco.
Por lo visto, mi amante ten?a bastante experiencia en cuestiones de amor, porque lo que sus dedos hac?an dentro de m? no se pod?a comparar con ninguna otra cosa. Me retorc?a en sus manos como una serpiente en la arena caliente y sоlo despuеs de que el primer orgasmo me hubiera golpeado sonriо satisfecho, abriо mis piernas y me penetrо bruscamente.
Me sorprendiо lo poco convencional que era la cabeza de este chico. Era de tal tama?o que pod?a asegurarlo: nunca hab?a visto nada igual. ?Cоmo es posible que tuviera una cabeza de tal diаmetro?
Debido a este diаmetro, sent? una fuerte tensiоn en mi entrepierna, y cuando esta cabeza se deslizо sobre mi ?tero, me preguntе cuаnto placer podr?a dar un chico que estaba dotado por la naturaleza con tal instrumento.
Los movimientos fueron lentos al principio, como si su polla estuviera explorando mi cueva, tomаndose su tiempo para penetrar cada vez mаs hondo. Sus manos cubr?an mis pechos y, al ritmo de las embestidas, sus dedos me apretaban los pezones. Poco a poco, los movimientos se hicieron mаs bruscos y el ritmo se acelerо. Rodeе sus caderas con las piernas para permitirle una penetraciоn mаs profunda y me arqueе, con los dedos apretados en sus manos como si quisiera clavаrselos.
El ritmo aumentaba y cre? que iba a morirme de placer, pero Miguel no me dio esa oportunidad. Se apartо de m? bruscamente y me pidiо que me diera la vuelta.
Me di la vuelta y le dejе ver mi trasero y sent? su dedo penetrando mi culo, mientras su polla ya estaba de nuevo en mi entrepierna casi en toda su longitud.
– Relаjate, nena. – O? el susurro intermitente de Miguel. – Te encantarа, te lo prometo. ?Nunca has tenido sexo anal?
– S?, pero ten cuidado. Tienes una cabeza anormal, tengo miedo de que me da?es el anillo. – Sollocе al sentir cоmo introduc?a un segundo dedo. Ten?a sexo anal y me gustaba que me follaran por el culo, pero siempre tuve miedo de los t?os tan grandes como Miguel, que pod?an da?arme algo. Por eso no puedo dejar que todos los t?os entren en mi cuerpo por la entrada trasera, sоlo selectivamente, como aquel tipo del bus…
– No tengas miedo, Nitita, todo irа bien, sе follar por el culo. – Susurrо y con la otra mano me inmovilizо contra la cama.
Sus dedos y su polla se mov?an al mismo ritmo, me dol?a un poco y quer?a que parara, pero al mismo tiempo me excitaba. Se volviо mаs insistente e introdujo un tercer dedo, gem?, ya fuera de dolor o de placer y entonces sacо los dedos y empezо a presionar con la cabeza de su polla en mi rosal intentando penetrarme el culo.
Intentе zafarme, pero me apretо con fuerza contra la cama y no pude moverme. Entonces empujо mаs fuerte y su polla entrо en mi oscuro agujero. Con sus dedos estimulando mi cl?toris, el tipo empezо a moverse mаs deprisa. El dolor fue cediendo poco a poco y sent? que me levantaba el culo y me pon?a la mano en el vientre. Concentrada en las sensaciones, me relajе y me di cuenta de que estaba disfrutando.
Me agachе para que pudiera penetrarme mаs cоmodamente, me levantе y puse mis pechos en sus manos, agarrаndolos, empezо a amasarlos, acelerando el ritmo de sus embestidas. Por un momento sent? que iba a estallar, y con ese pensamiento tuve un orgasmo como nunca antes hab?a experimentado.
– ?Eres incre?ble! – susurrе, sintiendo su semen palpitando y llenаndome.
Quе bien me siento entre sus brazos, pensе, apretаndome mаs contra еl.
– ?Tienes hambre? Siempre tengo hambre despuеs del sexo. – dijo levantаndose-. Voy a cocinar algo, acompа?ame si quieres.
Envolviеndome en una sаbana, le segu? hasta la cocina. Me dol?a un poco la espalda y me sent?a incоmoda. Demasiado para conocernos. Pero cuando entrе en la cocina y le vi ante los fogones con su delantal, decid? hacer otra cosa.
– ?Te lo has pasado bien conmigo? – preguntе apenas audiblemente, mojando galletas con leche.
– Por supuesto, cari?o, ?quе clase de preguntas? – Su sonrisa volviо a jugarme una mala pasada, apagando mi cerebro- ?Te quedas conmigo esta noche o te vas a casa?
– Probablemente deber?a irme a casa -murmurе, dаndome cuenta de que no ser?a capaz de explicarle a mi hermano que no hab?a estado en casa en toda la noche.
– Bueno, como quieras. Dijiste que pod?as quedarte antes. – dijo el chico levantаndose de la mesa. – Todav?a tenemos tiempo, ?no? – murmurо, acercаndose a m? y quitаndome la sаbana de encima.
– Un poco. – susurrе, sintiendo su lengua en mi pezоn.
– Nita, ?quieres que te folle por el culo otra vez?
Esa era la pregunta que mаs tem?a.
– Hagаmoslo. ?Cоmo quieres hacerlo?
– Me voy a tumbar boca arriba y t? te vas a sentar encima de m?.
Todo mi cuerpo palpitaba de excitaciоn. Voy a tener que ponerme sobre la gran polla de Miguel.
– Muy bien. Adelante.
Es demasiado raro el anal
El chico se tumbо boca arriba de modo que sus pies estaban en el suelo. Me sentе en su regazo, y luego me levantе y me mov? para que su polla erecta tocara mi agujero. No estaba completamente cerrado despuеs de mi penetraciоn anal reciente. Incluso pod?a sentir cоmo mi agujero se agitaba y respiraba.
Miguel alargо la mano y, recogiendo los copiosos jugos de mi raja, lubricо con ellos mi ano y su polla. Me puse de pie con las manos sobre su regazo y empecе a bajar lentamente sobre su polla, paralizаndome por dentro por la expectaciоn del cosquilleo y el dolor anal.
La polla se deslizо entre mis nalgas regordetas y se apoyо contra mi ano. Me quedе quieta. Mi culo se cerrо espontаnea y automаticamente, negаndose a dejar entrar a mi invitado. Sent? que Miguel me acariciaba y de vez en cuando me separaba las nalgas, intentando ver lo que ocurr?a. Intentе relajar el ano y bajе un poco mаs. Mi ano comenzо a estirarse de nuevo sin prisa, dejando entrar la polla. Fue entonces cuando llegо el primer dolor. Gem? suavemente y volv? a parar.
Mis anteriores novios ten?an vergas mucho mаs peque?as, y nadie me la hab?a metido tan adentro. Y esta cabeza… ?Y por quе era tan enorme?
– Vamos, cari?o, muеvete. Estа entrando. ?Se siente incоmodo?
– ?Es genial! ?Sоlo duele un poco! Estа haciendo cosquillas en el anillo.
Intentе bajar a?n mаs. Pod?a sentir como mi apretado anillo se estrechaba y la polla penetraba cada vez mаs profundo. Varias veces pensе que mi culo no podr?a estirarse mаs y que la polla lo desgarrar?a. El dolor ya era intenso. Gem?a fuerte con cada movimiento, y el tipo, tomando estos gemidos como signos de excitaciоn, segu?a animаndome.
– Vale, Nitita No pasa nada. Lo estаs haciendo muy bien. La punta ya estа dentro. Un poco mаs, por favor.
?Demonios, tuve que encontrar a un t?o con una punta tan grande! ?Esa polla no estа hecha para el anal! Ahora estoy 100% segura de ello.
Y entonces el dolor se hizo insoportable y me cansе de estar en una posiciоn incоmoda. Me levantе y la polla saliо de mi culo con dificultad, e incluso sent? que el maldito glande casi me revolv?a los intestinos. Mis intestinos estaban tan fuertemente aferrados a su polla que se arrastraron tras еl en cuanto Miguel intentо sacar su rabo de m?.
En cuanto el objeto extra?o abandonо mi cuerpo, sent? un alivio inmediato y el dolor desapareciо. Volv? a mirar al chico, con decepciоn en el rostro.
– Me cuesta tanto -dije en voz baja-, ?puedo hacerlo de otra manera?
Miguel se animо de inmediato. Me tumbо de modo que el vientre y los pechos quedaran sobre la cama y las rodillas en el suelo.
El chico se colocо detrаs de m?, entre mis piernas. De esta forma la tensiоn era menor e intentе relajarme antes de la nueva penetraciоn. Miguel pasо su mano por mis labios vaginales, pero all? no hab?a mucha lubricaciоn, as? que trajo un tubo de crema y lo untо espesamente en su polla y en mi ano.
El tacto de la crema fr?a me hizo sentir bastante bien, incluso pude dejar entrar el dedo de Miguel.
El chico me cogiо por las nalgas, presionо su polla contra mi ano y empezо a introducirla lentamente. Mi culo, ya un poco estirado, aceptо de inmediato su enorme cabezоn.
Volviо a dolerme, pero menos que la primera vez. Era mаs fаcil relajarse en esta posiciоn. La polla penetrо un poco mаs dentro, pero entonces me esperaba otra desagradable sorpresa. Mientras cambiаbamos de posiciоn, la polla de Miguel se hab?a ablandado un poco, lo que le permitiо penetrar mаs profundamente, pero ahora volv?a a endurecerse y me estiraba mаs el culo.
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